El jefe de Gabinete, Marcos Peña, ratificó que luego de las elecciones legislativas, que se desarrollarán el próximo 22 de octubre habrá aumentos en las facturas de electricidad, gas y agua, sin embargo rechazó que esos ajustes puedan considerarse un «tarifazo».
«Tarifazo es una percepción subjetiva», consideró y aseguró que los incrementos serán «muchos más bajos que los del año pasado».
Peña enfatizó: «lo que no hay es sorpresa. Lo que hemos planteado es un camino gradual de ordenamiento del sistema tarifario, para lograr que todos los argentinos tengan conexiones de gas y luz», dijo. «Lo que es correcto es que hay una audiencia pública del año pasado que estableció un cronograma que incluye un camino gradual de modificación tarifaria. Eso ya fue anunciado y avisado hace tiempo», añadió.
Aseguró que, a pesar del ajuste -a aplicarse en Capital Federal y Gran Buenos Aires, las áreas de jurisdicción nacional- «no hay ninguna posibilidad de un escenario de caída del salario real y de impacto fuerte. El año que viene es de crecimiento y de generación de empleo».
La suba de tarifas había sido anticipada hace casi dos meses por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, quien puntualizó que el ajuste se aplicaría entre noviembre y diciembre próximos. «Hacia fin de año se hará una revisión tarifaria (de los servicios de luz y gas) y todo va a depender de cuál sea el costo de la energía y el valor del tipo de cambio para definir cuál es la magnitud», había manifestado.
Si bien hasta el momento no hubo precisiones sobre porcentajes, el anuncio ya anuncio ya generó malestar entre los usuarios, ya que se suma al aumento de los combustibles. Según trascendió las tarifas de Edenor y Edesur serán alrededor de un 50% más caras hacia fin de año, por lo que el resto de las distribuidoras aplicarán este ajuste.


