La Justicia ordenó una nueva detención en relación con el abuso sexual denunciado
por una menor de 15 años que había concurrido a un local bailable del Alto
Fariñango. Además del fotógrafo Juan José Tapia Vázquez, un sujeto de apellido
Roldán quedó detenido por el supuesto ultraje a la adolescente, mientras aún estaba
en el interior del boliche.
Cabe recordar que de la Cámara Gesell practicada a la joven surgió que habría otros
sospechosos del ultraje, entre los que se encuentra el joven encargado de la playa de
estacionamiento. No obstante, el fiscal que investiga agravó la acusación del hombre
de 40 años, apodado “Jhony Juanes”, quien, además de abuso sexual con acceso
carnal, ahora está imputado por abuso sexual simple en calidad de partícipe
necesario.
Por este hecho, Roldán fue indagado en la jornada de ayer, pero trascendió que
decidió guardar silencio, al igual que su colega que integraba el staff del boliche
desde hacía varios años.
Por otro lado, la Justicia no descarta nuevas detenciones, teniendo en cuenta que
ahora surgió que la adolescente, además, habría sido abusada por otros empleados
del local bailable Joy.
Vale destacar que luego de la pericia practicada a la menor, desde la Justicia se
ordenó una serie de medidas, entre las cuales se realizó una inspección ocular al
local.
Cámara Gesell
Según fuentes ligadas a la investigación del informe practicado a la presunta víctima,
surgieron detalles escalofriantes relacionados con el actuar del fotógrafo detenido.
De acuerdo a lo manifestado a los profesionales, la jovencita habría señalado que
mientras estaba con amigas en el interior del local bailable, habría sido captada por el
fotógrafo apodado “Jhony Juanes”, el cual comenzó a darle diferentes bebidas
alcohólicas para luego llevarla a una cabina donde se encontraban un presunto
encargado, el DJ, el iluminador, el animador -este último investigado bajo fuertes
sospechas de haber participado en el hecho-.
Allí, aparentemente, la jovencita quedó a merced de estos sujetos, que
aprovechándose de su estado de embriaguez, la habrían bajado la pollera y
manoseado en sus partes íntimas. Dos de ellos fueron descritos por parte la menor,
uno como autor y el otro como cómplice.
Luego de estos ultrajes, el fotógrafo se habría ofrecido a llevarla a su casa y la
trasladó hacia la playa de estacionamiento del local bailable, donde la dejó al
resguardo del playero, quien también aprovechando la situación habría manoseado a
la jovencita hasta que ésta se desvaneció. Por este hecho se agrava la acusación del
fotógrafo.
Presuntamente, el fotógrafo en ese momento habría regresado al interior del local por
su cámara fotográfica, la cual habría sido utilizada para tomarle fotografías a la
menor luego del abuso sexual, mientras la jovencita aún estaba en el interior del
vehículo.
Anteriormente, tras desmayarse la víctima, habría sido introducida en el vehículo sin
su consentimiento y trasladada por el acusado hasta un descampado donde sucedió
el aberrante abuso sexual y despertó con el sujeto encima, su ropa rasgada y el
presunto depravado con su cámara tomando imágenes de ella, las cuales estarían
secuestradas por la Justicia, confiaron las mismas fuentes.
Ya consciente, la adolescente le habría pedido que la regresara al boliche, a lo que
“Jhony” se habría negado, por lo que la menor se arrojó del vehículo cerca de otro
boliche de la zona del Alto Fariñango y llegó caminando de nuevo al local, donde
finalmente fue auxiliada por sus amigas, quienes la acompañaron a la comisaría
Séptima para que radicara la denuncia penal.
Investigación a policías
Cabe destacar que la menor habría pedido en un principio auxilio a los efectivos que
cumplían adicionales en el lugar, pero fue en vano, ya que no le permitieron el
ingreso para poder buscar a sus amigas.
Este presunto hecho les valió una apertura de sumario a los numerarios que
resguardaban las puertas de ingreso del local nocturno y se conoció que el fiscal
pidió las actuaciones para evaluar una posible imputación por incumplimiento de los
deberes de funcionarios.
Clausura preventiva
Si bien en un primer momento el boliche habría sido clausurado en forma preventiva,
tras conocerse el aberrante hecho, El Esquiú.com pudo conocer que volvió a
funcionar con normalidad.
Vale destacar que de la inspección que culminó en el cierre preventivo había surgido
que el lugar tenía una segunda puerta de acceso, la cual no contaba con el dominio
de las fuerzas de seguridad.
Staff
Por otro lado, se conoció de fuentes cercanas al local nocturno que luego del hecho
negaron que el fotógrafo haya tenido relación directa laboral con el boliche, pero el
sujeto era conocido en el ambiente por desempeñarse en ese lugar.
En este sentido, la querella manifestó que presentó pruebas que demostrarían la
vinculación de los acusados con el boliche del Alto Fariñango.
Redes sociales
El caso se hizo público luego de que familiares y amigo de la menor realizaron un
“escrache” en las redes sociales, donde se sumaron una gran cantidad de internautas
con palabras de repudio hacia el imputado.
Luego de la denuncia penal, el protocolo de abuso habría arrojado resultados
positivos, por lo que el fiscal se valió para imputar en principio al fotógrafo, que fue
privado de su libertad.
En forma paralela, el fiscal Javier Herrera ordenó allanamientos en la casa del sujeto,
donde se logró el secuestro de cámaras fotográficas, tarjetas de memoria SD, un
dron, un celular y el automóvil que habría sido utilizado durante el abuso.
Además, en el boliche se habría recolectado material fílmico, cuyo contenido está a
disposición de la Justicia. Según trascendió, de esta prueba surgió que la víctima
estuvo en el interior del local nocturno a pesar de ser menor de edad.
