La Cámara Penal N° 1 confirmó ayer la fecha para el juicio por el presunto femicidio
de Brenda Micaela Gordillo. Según lo que se notificó a las partes, la audiencia se
realizará el 5 de mayo próximo a las 9 de la mañana. El juicio será presencial, tal y
como lo solicitó la familia de la joven asesinada, mediante un escrito al que adhirieron
miles de personas mediante su firma, es decir que el imputado estará presente en la
sala y no mediante videoconferencia.
El abogado Sebastián Ibáñez, quien junto a Bruno Jerez representan a la familia de
la víctima, explicó a El Esquiú.com que “se notificó a todas las partes como fiscal
coadyuvante a Hugo Costilla, quien estuvo a cargo de la investigación. Va a ser
presencial y con ingreso de público, respetando el distanciamiento, pero por ahora, el
lugar será la sede del Tribunal ubicado en San Martín casi esquina Junín”.
A su vez, Ibáñez anticipó que “la defensa propuso cinco nuevos testigos, quienes no
declararon en la investigación, pero fueron admitidos por el Tribunal”, dijo. Agregó
que en caso de que el juicio debiera posponerse por razones de salud de alguno de
los participantes, “vamos a solicitar la constatación de eso por médicos de la Justicia
y médicos de parte. Lo que queremos es evitar cualquier maniobra dilatoria que
pueda afectar el desarrollo del juicio”.
Femicidio
Naim Vera Menem está imputado por el femicidio de Brenda Micaela por los hechos
que habrían ocurrido el 1 de marzo del año pasado en la madrugada en un
departamento ubicado en calle Ayacucho Norte. La joven se habría encontrado con
Vera en la plaza Virgen del Valle y ambos se habrían dirigido a ese inmueble, que
pertenece a una familiar de Vera y se encontraba deshabitado.
Allí, tras una discusión, Vera habría asfixiado a la joven, para luego quemar su
cuerpo en una parrilla con el presunto objeto de borrar sus rastros y reducirlo. Tras
esto, habría arrojado sus restos en un contenedor de basura y a la vera de la ruta
Nº4.
La familia exige a la Justicia cadena perpetua para el presunto femicida, al haber
pasado más de un año del aberrante hecho.
