El malestar y las críticas entre las líneas internas del radicalismos continúa y no parece, en lo inmediato, cesar, pese a que el lunes se llevará a cabo una reunión de todas las líneas boinablanca -ver aparte-.
El primer chispazo o encontronazo entre las líneas internas de la Unión Cívica Radical (UCR) fue cuando la Junta Electoral analizó los avales de la línea Morada y allí el Movimiento Renovador detectó la inclusión de avales, con la particularidad de que estaban autoridades y afiliados al Socialismo.
Ante esta situación, y a través de la cuenta de Facebook, la línea Morada “repudia las maniobras tendientes a enlodar el proceso interno de nuestro partido”.
Seguidamente señalan: “Cuando dijimos que estamos dispuestos a dirimir los espacios de conducción de la UCR lo hicimos desde el más pleno convencimiento de que, junto a una importante masa de afiliados, podemos llevar adelante el recambio que la hora exige”.
Luego, desde Morada destacan que “sin dudas el crecimiento y el trabajo de cara a la gente molesta y por eso somos blanco de ataques sistemáticos desde algunos sectores internos”, para luego apuntar y cuestionar a las consideradas líneas mayoritarias de estos ataques, porque “no pueden entender -aun luego de 7 años de haber perdido la conducción de la provincia- que es necesaria una reconstrucción del partido si queremos ser una opción deseable por la sociedad de Catamarca en 2019”.
En el párrafo final, este sector interno del partido centenario manifiesta: “Repudiamos y exigimos a las autoridades partidarias y a la Junta Electoral que determinen responsabilidades y responsables de los artilugios para perjudicar la imagen de este sector y de sus máximos referentes”.
Recordemos que los exponentes de Morada son Roberto Gómez y la diputada provincial, Juana Fernández.