Desde la secretaría de Seguridad se trabaja en un proyecto de ley para ser presentado ante las cámaras legislativas a fin de modificar el sistema del ministerio público fiscal que actualmente se encuentra distribuido en nueve fiscalías organizadas por turno. Desde la cartera de Seguridad aseguran que la sociedad demanda un sistema más cerca de la gente y por eso se propone la figura de fiscal de distrito.
A través de su cuenta de Facebook, el mismo titular de Seguridad de la provincia, Marcos Denett expresó su opinión al respecto y El Esquiu.com pudo consultarle sobre cuáles serían los ejes que trataría el proyecto.
«Necesitamos fiscales más cerca de la gente y para eso hay que reorganizar el sistema con el que cuenta el ministerio público, para brindar una respuesta más eficaz y que se aceleren los tiempos de la Justicia que tan importante es para realizar un trabajo más aceitado entre las fuerzas de seguridad y la Justicia”, remarcó Denett.
La figura de fiscal de distrito ya existe en otros sistemas judiciales, por ejemplo en Buenos Aires, donde hay una mayor densidad poblacional y los fiscales no se distribuyen en turnos, sino en distritos, por lo que un determinado fiscal de instrucción tiene asignado un territorio físico a su cargo.
Esto implicaría que en nuestra provincia desaparezca la figura de un solo fiscal a cargo de las once Unidades Judiciales. Ahora, a modo de ejemplo, sería que un representante del ministerio público esté a cargo del territorio que involucre a dos Unidades Judiciales.
«Este sistema acercaría la figura del fiscal a la gente, se evitaría la revictimización de los denunciantes que deben primero explicar su problema al sumariante, luego el mismo envía un informe al fiscal y dependiendo de la gravedad del hecho, este último lo llama para que ratifique sus dichos y así se cortaría una cadena que genera un desgaste judicial innecesario”, remarcó el secretario de Seguridad.
Al mismo tiempo, explicó que la Justicia se ahorraría alquileres, por ejemplo del edificio de calle Junín al 600 que representa una gran erogación al poder Judicial y los fiscales se desempeñarían en las oficinas de las Unidades Judiciales, donde contarían con un mayor volumen de personal a cargo.
Además, consultado sobre el sistema de trabajo, el titular de la cartera explicó que «no sería necesario que un fiscal, ya que cubriría un territorio, esté a cargo los 365 días del año del mismo, sino que dos Unidades Judiciales estarían a cargo de dos fiscales, los cuales se distribuirían por turnos de 15 días para cubrirse entre ellos”, comentó.
«Este reajuste del sistema judicial garantizaría una fluidez de la Investigación Penal Preparatoria (PPI), a fin de que la gente que busca justicia, obtenga respuestas con mayor celeridad, acorde a los cambios que la sociedad requiere para garantizar los derechos de todos los ciudadanos, humanizando su estructura a través de su cercanía a la gente”, finalizó.