Debido a la situación epidemiológica de la provincia, la conducción del Comité Provincia de la Unión Cívica Radical, que debía renovarse meses atrás, recibió una extensión de su mandato, ya que además de no poder realizarse la convención, que tiene a cargo definir la fecha de las elecciones partidarias, en principio, tampoco podría efectuarse el comicio interno.
Si bien en su momento, todos los sectores internos acordaron esta extensión “de emergencia” del mandato del presidente Alejandro Páez y el resto de autoridades, diferentes líneas del partido insistieron en la necesidad de avanzar con el estudio de la viabilidad de poder realizar la Convención partidaria, para poder avanzar con la reforma de la Carta Orgánica de la UCR y, además, establecer una fecha para la renovación de las autoridades.
Ante la presión ejercida por los diferentes sectores internos, la conducción radical señaló que enviará una nota al COE, para consultar si se puede realizar la convención, cumpliendo con las medidas de seguridad necesarias. Meses atrás, el COE no había habilitado la realización de manera presencial del mitín radical, por el riesgo de contagios de Covid-19, que significa un encuentro con más de 100 personas.
En caso de ser rechazada una convención de manera presencial, desde el Comité Provincia se señaló que se analizará la posibilidad de concretarla de manera semipresencial, valiéndose de herramientas tecnológicas similares a las que utiliza el Congreso de la Nación para sesionar.
Pero más allá de esta apertura que mostraron desde el Comité Provincia, lo cierto es que el presidente del partido ve complicado que, en el corto plazo, se pueda reunir al máximo órgano partidaria.
Es que para Páez las dos alternativas de concretar la convención son muy complejas. Si es presencial, se expondría a los convencionales a la posibilidad de contagios y, además, aquellos que llegarán del interior, luego, deberán hacer cuarentena a su regreso, con las complicaciones que eso podría generar a los representantes departamentales. Y por otro lado, observa como casi imposible que se pueda asegurar la participación de todos los convencionales del interior, teniendo en cuenta las dificultades logísticas que presenta una convención con participación remota.
