¿Sabes realmente cómo se comunican las ballenas? Estos mamíferos marinos han desarrollado una manera eficaz de comunicarse en el agua por medio de sonido complejos, permitiéndoles un sentido de la orientación y una manera de identificar objetos y potenciales peligrosos a través de unos silbidos o sonidos de alta frecuencia.
Para averiguar lo que transmiten estos animales, un grupo de científicos perteneciente al proyecto CETI (Cetacean Translational Initiative) ha empezado a desarrollar una Inteligencia Artificial (IA) para entender el lenguaje de dichos mamíferos, en especial el de los cachalotes.
¿Qué tecnología se ha empleado?
Esta idea se podrá conseguir gracias al procesamiento del lenguaje natural (PNL) que se define como un subcampo de la IA que está centrado en el procesamiento del lenguaje escrito y hablado. Para ello, los investigadores ya han aplicado las grabaciones de los cachalotes a un algoritmo de PNL.
De momento, el primer objetivo del proyecto consiste en reunir 4.000 millones de codas para contextualizar posteriormente este lenguaje. También es importante destacar que los científicos tienen 100.000 codas recopiladas gracias al trabajo ‘Dominica Sperm Whale Project’, lo cual, podría llegar a facilitar el proceso de investigación.
Para descifrar el mensaje se necesitará procesar todas las codas para que tengan un sentido concreto dentro del idioma que usan los cachalotes para comunicarse.
Es importante destacar que este proyecto podría tomar años de investigación -aproximadamente cinco años-, no obstante, se estima que los primeros resultados sean esperanzadores a pesar de que aún quedan bastantes datos para conseguir los primeros éxitos.
La gran presencia de la IA
Gracias al uso de la Inteligencia Artificial se emplearán los avances en el procesamiento del lenguaje natural que conseguirá averiguar este sistema comunicativo, así pues, los asistentes de voz responderán gracias a esta tecnología para otorgar un significado a estos sonidos.
Se quiere recrear algo similar al ‘GPT-3’, el modelo de lenguaje autorregresivo que emplea aprendizaje profundo para producir textos que simulan la redacción humana. Para conseguir esta idea, se han reunido expertos en lingüística, robótica, aprendizaje automático, ingeniería fotográfica y biólogos marinos para llevarla a cabo.
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