11 noviembre, 2019 13:49
Según un nuevo estudio, las familias que tiene más de un hijo suelen mantener una alimentación mucho más saludable.
Aseguran que los hijos únicos tienen más posibilidades de ser obesos: comen menos saludable
Una nueva investigación afirma que las personas que no tienen hermanos tienden a ser más obesos, mientras que las familias con más de un hijo suelen tener una alimentación más saludable. Dicho trabajo encontró que las parejas que solo tienen al primogénito obtienen un puntaje total menor en 3 de los 12 puntos del Indice de Alimentación Saludable 2010.
Además, estás familias tuvieron puntuaciones totales mucho más bajas entre semana, fines de semana y de media, lo que indica que hay algunas diferencias individuales y colectivas en los patrones de alimentación entre los distintos grupos.
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La autora principal del estudio, Chelsea L. Kracht, del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oklahoma, dice: “Los profesionales de la nutrición deben considerar la influencia de la familia y los hermanos para proporcionar una educación nutricional adecuada y personalizada para las familias de niños pequeños. Deben alentarse los esfuerzos para ayudar a todos los niños y familias a establecer hábitos y prácticas alimentarias saludables”.
La forma que se obtuvieron lo datos fue gracias a los registros diarios de alimentos que las madres mantuvieron durante tres días: dos en días laborables y uno fue en fin de semana. Además, los maestros también mantenían registros de cualquier alimento que los niños comieran mientras estaban en la escuela.
Y las madres también completaron el cuestionario de Nutrición Familiar y Actividad Física para poder evaluar los comportamientos típicos de alimentación familiar como la diferentes elecciones de alimentos y bebidas.
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Pero eso no es todo, ya que los investigadores encontraron que las madres de los hijos únicos también tienen muchas más probabilidades de ser obesas. Además de que el índice de masa corporal materno tenía una conexión más fuerte con el percentil del niño y el de la circunferencia de la cintura.
En el estudio solo examinaron a madres y nenes, motivo por el que no se midió el impacto de los patrones de alimentación de los padres. Y la investigación encontró que el tiempo dedicado a la atención fuera del hogar, como la escuela y la guardería, no estaba relacionado con los patrones de alimentación saludable de los niños.
Kracht agrega: “Los comportamientos y patrones de alimentación más saludables pueden ser el resultado de cambios a nivel del hogar en lugar de la exposición de los pares, ya que la exposición de los pares también está presente en la atención fuera del hogar”.
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